Una de las plantas medicinales más completas y mejor
conocidas de la humanidad, con una historia que se remonta a más de 4,000 años.
El Aloe vera es un remedio efectivo y de múltiples propiedades curativas.
El Aloe vera es fuente natural de antibióticos. Productos
astringentes, agentes coagulantes y cicatrizantes. Contiene toda la cadena de
aminoácidos esenciales, oligoelementos minerales y vitaminas. El Aloe vera como
reconstituyente natural sus componentes
principales, minerales: calcio, Magnesio, Sodio, Cobre, Hierro, Manganeso,
Potasio, Cromo, Zinc. VITAMINAS: beta caroteno, B1, B2, Ácido fólico, C, B3,
B6, E.
La historia de esta maravillosa planta originaria del África
a la que se le atribuyen cualidades preventivas, curativas y restaurativas, se
remonta hasta los inicios de nuestra civilización. Ya los primitivos Egipcios la usaban para
humedecer y conservar la piel; en China empleaban el Aloe para aliviar
molestias estomacales.
Se tiene noticias del uso del Aloe en Inglaterra, como
medicina desde 1780. A raíz del descubrimiento de América, los misioneros
españoles trajeron la sábila al hemisferio occidental, extendiéndose sus usos
entre los pueblos indígenas. Durante los últimos 30 años, el interés en la
sábila se ha intensificado y la Unión soviética se convirtió en líder de su
utilización, especialmente en los caso de fracturas de huesos, por su alto
contenido de Calcio y Fósforo.
Se sabe actualmente que se utiliza para suavizar piel seca y
sensitiva, reducir cicatrices externas, y en muchos casos para desinflamar y
aliviar dolor. Se ha vuelto famosa por sus benéficas propiedades curativas.
Está indicada principalmente en auxiliar al tratamiento de
la úlcera péptica, gástrica ó duodenal. Gastritis agudas o crónicas, Colitis
crónicas, Colon irritable, Meteorismo abundante, Estreñimiento y malestares
digestivos diversos.
Actúa bien para contrarrestar las displasias de células del Cérvix. Alivia muy bien las molestias de la cruda, es
carminativo, Androgénico y corrige los problemas del Jet-lag ocurridos en el
cambio de usos horarios por transportación aérea prolongada.
El género Aloe tiene la capacidad de conservar el agua de
lluvia, lo que le permite sobrevivir por largos periodos de tiempo en
condiciones de sequía.
Es descongestionante, calmante y un excelente filtro solar
contra la radiación ultravioleta.
Aloe vera: la planta de la inmortalidad. Conocida desde la
antigüedad por sus beneficios que acompañan al hombre desde hace más de 3,000
años, la sábila como la llamamos popularmente, se ha difundido en todas
direcciones a las más variadas latitudes.
Venerada en regiones distantes como China, América del sur o
el Medio Oriente, todo indica que fue primero en el antiguo Egipto donde
adquirió popularidad y la designación de
“planta de la inmortalidad”.
Algunos hombres ilustrados del siglo XVIII, entre los que se
encontraba el filósofo Juan Jacobo Rousseau, le otorgaron al amargo polvo
potencialidades para el desarrollo de la
inteligencia.
Conocida como sábila y muy empleada por la población con
fines medicinales, esta planta se adaptó con facilidad a todos los suelos. De
las hojas se extrae la parte carnosa, mucílago incoloro inodoro, en el que varias investigaciones han
confirmado la presencia de vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C, E y ácido fólico.
Además contiene minerales, enzimas digestivas, aminoácidos esenciales y
polisacáridos que estimulan el crecimiento de los tejidos y la regeneración
celular.
Entre otros elementos detectados en la sustancia gelatinosa
de la sábila se incluyen antraquinonas con propiedades laxantes y antibióticas,
saponinas, agentes desintoxicantes y purificadores, gracias a los cuales, esta
planta ostenta tan amplia diversidad de aplicaciones terapéuticas.
Se atribuye tanto en investigaciones como por la tradición
popular, las propiedades curativas del Aloe vera en casos de úlceras gástricas,
hemorroides y afecciones del hígado y la vesícula, en buena medida debido a su acción cicatrizante y antiinflamatoria.
La acción de las saponinas contenidas en el jugo del Aloe vera pudiera facilitar la depuración
del organismo y la eliminación de toxinas, además de activar las funciones
renales y las hepáticas.
Los efectos
bactericidas del Aloe vera pudieran combatir el Streptococus mutans, bacteria causante de la formación del
sarro sobre el esmalte dental, por ello es utilizado como preventivo de las
caries.
El jugo del Aloe vera es usado en casos de úlcera gástrica,
por intermedio de la acción de la aloína que tiene efecto laxante.
Es considerado que el principio activo del Aloe vera se une
al Lactobacilus acidophilus, que contribuye a la repoblación de la flora del
colon y a la normalización de la función intestinal; mientras que su
aplicación tópica permite enfrentar
afecciones de la piel como picaduras de insectos, quemaduras solares o por
corrosivos y en tratamientos de acné, se dice que en esta última también puede
ingerirse antes del almuerzo y comida.
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